Hemophilia Patient & Family Handbook

músculo puede sentirse cálido al tacto. Con el tiempo, el músculo también puede inflamarse. Los bebés y niños pequeños pueden desarrollar hemorragias musculares en las nalgas porque a menudo se caen a medida que aprenden a pararse y a caminar. Usar dos pañales a la vez para obtener más relleno puede disminuir este tipo de sangrado. Algunos cuidadores también usan una pequeña pieza de hule espuma metida dentro de los pantalones de los niños. Algunas hemorragias musculares pueden ser más graves. Por ejemplo, el sangrado en el músculo mayor de la ingle y abdomen (el iliopsoas) es grave. Cuando los niños tienen una hemorragia en el músculo iliopsoas, a menudo presentan síntomas similares a la apendicitis. La participación del equipo del Hemophilia Treatment Center (HTC) (Centro de Tratamiento de Hemofilia) es fundamental para garantizar un diagnóstico y manejo adecuados para minimizar los retrasos en la atención. El sangrado en los músculos largos del antebrazo, la mano o la pantorrilla puede ejercer presión sobre los nervios y los músculos. La presión puede causar dolor intenso o entumecimiento debajo del lugar del sangrado; a esto se le llama síndrome compartimental. Una hemorragia compartimental es aquella que amenaza las extremidades. Es importante informar del sangrado o de cualquiera de estos síntomas al médico de tú hijo(a) y buscar tratamiento de inmediato. Sangrado bucal Los niños con hemofilia pueden tener sangrados prolongados en la boca cuando se lesionan los dientes, los labios o las encías. El sangrado prolongado también puede ocurrir cuando les salen dientes nuevos o pierden alguno. El sangrado bucal puede ocurrir después de una lesión o un procedimiento dental, como una extracción o un tratamiento de conducto. El sangrado bucal puede parecer peor de lo que es porque la sangre se mezcla con la saliva y parece que tu hijo(a) está perdiendo más sangre de la que tiene. Aplicar frío mediante una bebida helada o paleta (evita las bebidas y paletas de color rojo) puede ayudar a detener el sangrado. Si el sangrado dura más de 30 minutos informa al hematólogo. La hemofilia no causa problemas dentales. Los niños con hemofilia deben hacerse limpiezas dentales regulares para evitar problemas que puedan requerir procedimientos invasivos o que causen sangrado. Sangrado nasal La hemofilia no causa hemorragias nasales, pero tener hemofilia puede hacer que las hemorragias nasales por otras causas (alergias, lesiones, etc.) duren más. Las hemorragias nasales generalmente no son graves. Aplicar presión sobre la nariz durante 10-15 minutos, mientras tu hijo(a) se sienta en posición vertical, generalmente ayuda a detener el sangrado. Ponte en contacto con tu médico si el sangrado continúa después de 20 minutos a pesar de la presión y de otras medidas de primeros auxilios. Si tu hijo(a) tiene sangrados nasales frecuentes, puede ser aconsejable averiguar si hay alguna razón. Si puedes identificar el motivo de las hemorragias, es posible que éstas disminuyan. Sangrado ocular Debes hacer que el médico examine de inmediato cualquier lesión que tu hijo(a) sufra en los ojos. El sangrado en los ojos puede provocar ceguera. Sangrado de cuello y garganta Una lesión en el cuello o la garganta puede provocar un sangrado que afecte la capacidad de tu hijo(a) para respirar y tragar. Busca atención médica inmediata si ves que el cuello de tu hijo(a) se hincha o tiene problemas para respirar o tragar.

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