leucemia al destruir el material genético de las células. Al igual que la quimioterapia, la radioterapia daña tanto las células cancerosas como las células normales. El objetivo de la radioterapia es dañar la mayor cantidad posible de células cancerosas mientras se limita el daño a las células sanas. Un equipo especial de médicos, llamados radioterapeutas, determinará el tipo de radiación que recibirá tu hijo(a) y cuánto tiempo durará el tratamiento. Primero se usa un proceso llamado simulación para determinar a dónde dirigir la radiación. Durante la simulación, el niño permanece muy quieto en una mesa de examen mientras el radioterapeuta utiliza una máquina especial de rayos X para determinar el lugar exacto en el cuerpo donde se administrará la radiación. Estas áreas se marcan con un marcador temporal o permanente, pequeños puntos o “tatuaje”. A veces, se usa un molde especial de espuma, plástico o yeso para evitar que el niño se mueva durante el tratamiento. En algunos casos, el terapeuta también usa escudos que protegen de la radiación a los órganos y tejidos cercanos al área de tratamiento. Los niños pequeños pueden recibir medicamentos en cada sesión del tratamiento para sedarlos durante la simulación, y que permanezcan muy quietos. Después de completar la simulación, el equipo de radioterapia se reunirá para decidir cuánta radiación se necesitará (la dosis de radiación), cómo se deberá administrar y cuántos tratamientos deberá tener el niño. Su radioncólogo hablará sobre los efectos secundarios de la radiación que pueden ocurrir durante el tratamiento y los efectos secundarios que pueden ocurrir años después, llamados efectos tardíos. n ¿CUÁLES SON LOS EFECTOS SECUNDARIOS COMUNES DEL TRATAMIENTO? Los medicamentos de quimioterapia tienen un efecto sobre las células que se dividen rápidamente por lo que, desafortunadamente, pueden afectar a las células normales. Cuando las células normales están dañadas, se observan los efectos secundarios del tratamiento. Los efectos secundarios generalmente son temporales, y la gravedad de estos efectos se puede reducir con medicamentos. Cada niño puede verse afectado de manera distinta y algunos experimentan más efectos secundarios que otros. Hay muchos tipos de medicamentos de quimioterapia, cada uno con sus propios efectos secundarios. Los efectos secundarios más comunes de los medicamentos de quimioterapia incluyen recuentos sanguíneos bajos, anemia, hemorragia, hematomas, náuseas y vómitos, mucositis (llagas en la boca y la garganta), alopecia (pérdida o adelgazamiento del cabello), oscurecimiento de la piel y las uñas, mala nutrición, diarrea o estreñimiento. El adelgazamiento o la pérdida del cabello por lo general comienza alrededor de la tercera semana de tratamiento y puede volver a crecer en poco tiempo y volver a caer entre tratamiento y tratamiento. Se administran medicamentos como Zofran (ondansetrón) o Kytril (granisetrón) para ayudar a prevenir o disminuir la náusea y el vómito. Los recuentos sanguíneos bajos pueden tratarse con una transfusión de glóbulos rojos o plaquetas. Cuando un niño tiene un recuento sanguíneo bajo, debe controlarse cuidadosamente para detectar fiebre y otros signos de enfermedad o infección. El equipo de atención médica te enseñará cómo hacer esto en casa. Puede desarrollarse una mala nutrición ya que las papilas gustativas de tu hijo(a) cambian durante la terapia y los alimentos pueden tener un sabor diferente. Algunos niños no tienen ganas de comer o comerán menos de lo normal. Su dietista puede brindarte consejos para ayudarlos es esta situación. Muchos padres notan efectos secundarios cuando su hijo(a) está tomando esteroides como dexametasona o prednisona. Los esteroides se usan durante la inducción y varias veces durante el resto del tratamiento. Los efectos secundarios de los esteroides son aumento del apetito, antojos específicos de alimentos, dolor
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