n ¿PUEDE MI HIJO(A) IR A LA ESCUELA ? La escuela es parte importante de la vida de todo niño. Además de aprender lectura, escritura y matemáticas, en la escuela los niños aprenden a relacionarse con los demás. Vivir de manera similar a la de sus hermanos y compañeros también les da la sensación de estar siendo incluidos en el mundo “normal” y les ayuda a sentirse seguros. Los niños que se sienten incluidos y seguros crecen sintiéndose cómodos al pedir ayuda y deseando contribuir con su comunidad. Puedes ayudar a tu hijo(a) a participar en actividades que fomenten su autoestima e independencia. El hematólogo puede recomendar que se limiten cierto tipo de actividades, sin embargo, puedes explorar alternativas que le den a tu hijo(a) oportunidades para desarrollar habilidades y talentos fuera del salón de clases. Considera la posibilidad de reunirte con el maestro de tu hijo(a), el director y la enfermera de la escuela al comienzo del año escolar. Desde preescolar y jardín de niños puedes ayudar a concientizar al personal de la escuela sobre la anemia de células falciformes proporcionándole el material educativo que te da el equipo médico. A veces, las enfermeras y las trabajadoras sociales pueden llamar o visitar la escuela y hablar con los maestros de tu hijo(a) sobre la anemia de células falciformes. Pídeles que compartan la información con los demás en la escuela. Ellos pueden aprender sobre la enfermedad y apoyar a tu hijo(a) durante la jornada escolar. Aunque los niños con anemia de células falciformes pueden perder clases debido a las visitas con los médicos y los momentos en que no se sienten bien, es bueno para ellos asistir a la escuela lo más posible. Después de una enfermedad o episodio doloroso, es mejor enviarlos a la escuela tan pronto como sea posible. En general, los niños están mejor cuando asisten a la escuela regularmente Si tu hijo(a) no va bien en la escuela, habla con sus maestros, es posible que necesite ser valorado(a) para ver si tiene problemas de aprendizaje. Los niños con problemas de aprendizaje necesitan planes educativos individualizados (IEPs) que les ayuden a tener éxito en la escuela. Puedes hablar con los miembros del equipo de atención médica de tu hijo(a) sobre la información que quieres compartir con la escuela para asegurarte de que sus necesidades educativas y de salud están siendo atendidas. Por ejemplo, los niños con anemia de células falciformes deben estar autorizados a tener agua en su escritorio todo el tiempo y a ir al baño con más frecuencia que sus compañeros de clase. Nunca se les debe aplicar hielo en una lesión. También se les debe animar a participar en todas las actividades de la clase, a menos que el equipo médico indique lo contrario. Cada niño es único, y puede haber otras maneras de diseñar un plan educativo para ayudar a tu hijo(a). Es posible que necesite clases particulares para ponerse al día después de faltar a la escuela debido a la enfermedad. Pregunta a la escuela y al equipo de salud si hay programas de este tipo en la escuela o en el hospital. Que tu objetivo sea que tu hijo(a) se saludable, feliz y exitoso(a); trabaja con el equipo de atención médica para darle el tipo de apoyo que se merece.
20
Powered by FlippingBook