Sickle Cell Disease Patient & Family Handbook

Hay dos tipos principales de medicamentos para el dolor. El primero son los antiinflamatorios no esteroideos (NSAID), como ibuprofeno (Motrin®, Advil®), ketorolaco (Toradol®) y naproxeno sódico (Aleve®, Naprosyn). Estos medicamentos sirven para reducir la hinchazón e inflamación asociadas con la crisis de dolor y para aliviarlo. El segundo grupo de medicamentos son los analgésicos opioides como la morfina, la hidromorfona (Dilaudid®) y la oxicodona (incluida en Percocet®, OxyContin®). El acetaminofén (Tylenol®) con codeína rara vez se usa debido a la forma en que el cuerpo lo absorbe, no alivia el dolor en algunos pacientes y dura más de lo que es seguro en otros. En los casos en que las crisis de dolor no se pueden controlar bien, agregar opioides como morfina, oxicodona e hidromorfona a un régimen de Tylenol o Motrin puede ser más eficaz para aliviar el dolor. Aunque agregar estos medicamentos puede hacer que los pacientes se vuelvan tolerantes y dependientes (raras veces se vuelven adictos), son seguros cuando se usan según lo prescrito. Tolerancia significa que el cuerpo se acostumbra a un medicamento y necesita más cantidad para tratar el dolor o un medicamento diferente. Dependencia se refiere a un estado en el que se necesita un medicamento para funcionar normalmente y el paciente presenta síntomas físicos angustiantes cuando se retira el medicamento. El equipo de hematología de tu hijo(a) puede abordar estos temas con mayor detalle. Otros medicamentos que pueden usarse cuando no es posible controlar adecuadamente el dolor son ketamina y gabapentina. La ketamina es un medicamento que se usa para la anestesia sin embargo, se pueden usar dosis bajas junto con opioides para tratar el dolor agudo en pacientes con anemia de células falciformes en lugares como la sala de urgencias y el hospital. La gabapentina es un medicamento anticonvulsivo que se usa para tratar el dolor neuropático o nervioso, también se puede utilizar para ayudar a tratar el dolor crónico (dolor que dura más de 3 meses) en pacientes con anemia de células falciformes. En el hospital se puede usar una bomba de analgesia controlada por el paciente (PCA) para administrar una cantidad continua y pequeña de analgésicos (generalmente morfina o hidromorfina [Dilaudid]) ya sea como pequeñas infusiones “frecuentes” (bajo demanda) controladas por el paciente o como una pequeña infusión continua. La enfermera programa y cambia la configuración de la bomba PCA según el nivel de dolor de tu hijo(a) y el uso de la bomba. Los medicamentos para el dolor pueden tener efectos secundarios, los más comunes son picazón, malestar estomacal, estreñimiento y somnolencia. Si tu hijo(a) experimenta cualquiera de estos efectos secundarios, habla con su equipo de hematología para que le ayuden con estos efectos secundarios o le prescriban un medicamento diferente. Aparte de los medicamentos, existen tratamientos alternativos para el dolor por anemia de células falciformes. Estudios han demostrado que los enfoques de la medicina complementaria y alternativa (CAM) han sido útiles tanto solos como con medicamentos para el dolor. Estos incluyen aplicación de calor, distracciones, acupuntura, aromaterapia y curación con las manos. Otros enfoques útiles son la oración, la sanación espiritual y energética, las técnicas de relajación, el ejercicio, la dieta y las medicinas a base de hierbas. Siempre consulta al equipo de hematología para saber qué enfoques pueden ser útiles para tu hijo(a).

14

Powered by