n ¿DEBO HACER ALGO ESPECIAL MIENTRAS MI HIJO(A) RECIBE RADIOTERAPIA?
Protección de la piel Los cambios en la piel de la zona de tratamiento son muy frecuentes. La piel puede parecer como quemada levemente por el sol, volverse más oscura o incluso ampollarse y despellejarse. El buen cuidado de la piel es muy importante durante la radioterapia. Revisa la piel en el área de radiación todos los días y notifica al médico o enfermera de tu hijo(a) sobre cualquier cambio. La piel del área de radiación se debe limpiar con un jabón suave y agua tibia (no caliente) y evitar frotar la piel. El equipo de atención médica hablará contigo sobre la mejor manera de cuidar la piel de tu hijo(a) durante la radiación. Se te pueden proporcionar cremas especiales para la piel. No se deben usar productos para el cuidado de la piel, perfumes y desodorantes en el área de radiación a menos que el equipo encargado de la radiación apruebe su uso. Para evitar que se lastime más la piel, tu hijo(a) debe evitar usar telas ásperas, como lana o mezclilla, ropa ajustada sobre el área de tratamiento y bandas elásticas o correas que pueden causar irritación en el área de tratamiento.
Nutrición La nutrición es extremadamente importante durante la radioterapia. La radioterapia puede hacer que tu hijo(a) experimente náuseas y vómitos, llagas en la boca o fatiga. Estos efectos secundarios pueden limitar la cantidad de lo que tu hijo(a) come y bebe cada día. El radio-oncólogo, la enfermera o el nutricionista hablarán contigo sobre las maneras que existen para que tu hijo(a) reciba suficientes alimentos y líquidos. Para disminuir las náuseas, el proveedor de atención médica puede recetarle medicamentos para que los tome en casa y antes del tratamiento.
Fatiga A la mayoría de los niños les va bien mientras reciben radioterapia, pero algunos pueden experimentar fatiga (sentirse demasiado cansados), especialmente al final del tratamiento. Puede ser bueno incorporar períodos de descanso en la rutina diaria de tu hijo(a).
n ¿CÓMO PUEDO AYUDAR A MI HIJO(A) DURANTE Y DESPUÉS DEL TRATAMIENTO? Tú juegas un papel muy importante en el cuidado de tu hijo(a), como cuando le brindas apoyo emocional y mantienes su rutina lo mejor posible. Si tu hijo(a) se siente lo suficientemente bien, permítale asistir a la escuela. Haz todo lo posible para que mantenga su rutina normal, pero haz concesiones si se siente enfermo(a). A muchos padres y tutores les resulta difícil ver que sus hijos experimentan efectos secundarios. Como cuidador, es posible que necesites apoyo durante estos momentos; comunícate con el equipo de tratamiento, como la enfermera o el trabajador social, para obtener ayuda. Recuerda informar sobre cualquier efecto secundario al radio-oncólogo, la enfermera o el terapeuta de tu hijo(a), su equipo de tratamiento está ahí para ayudar.
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