¿ES NORMAL LO QUE SIENTO? Escuchar que tu hijo(a) tiene una enfermedad es abrumador. Es importante saber que esto es normal y espe- rado. La mayoría de las familias tienen dificultades para procesar toda la información que el equipo de atención médica proporciona al principio. Sin embargo, con el tiempo, la información se repetirá y podrá ser asimilada . Muchas familias se sienten responsables por la enfermedad de su hijo(a). También son comunes los sentimien - tos de culpa por no poder protegerlo/la de la enfermedad o por el tiempo que pasó hasta el diagnóstico. La enfermedad no es causada por nada que hayas hecho o dejado de hacer. Los sentimientos de tristeza, enojo e impotencia por el diagnóstico de tu hijo(a) también son comunes. Estos sentimientos son normales. Cada miembro de la familia puede expresar estas emociones de diferentes maneras y en diferentes momentos. Hablar honestamente entre sí sobre estos sentimientos, emociones y reacciones ayudará a todos en la familia. Ten en cuenta que no hay una manera correcta o incorrecta de sentirse. Cada miembro de la familia necesita la oportunidad de expresar sus sentimientos a su manera cuando esté listo. A veces, hablar con amigos, familiares y miembros del equipo de atención médica puede ser difícil; sin embargo, compartir tus sentimientos puede ayudar a sobrellevar la situación. Tu hijo(a) se beneficiará si la familia y los amigos muestran su preocupación a través de la comunicación y el apoyo. ¿CÓMO PUEDO AYUDAR A MI HIJO? A menudo los niños piensan que algo que hicieron fue lo que causó su enfermedad. Puedes ayudar a tu hijo(a) reforzándole que esto no es así. Asegúrate de que tu hijo(a) comprenda que tus sentimientos de enojo y tristeza están dirigidos a la enfermedad, no a él o ella. Esto les ayudará a mantener una relación cercana. Tu hijo(a) necesitará compartir sus sentimientos con alguien en quien confíe, y puede elegir a alguien que no sea uno de los padres por no querer preocuparlos, eso está bien. No temas preguntarle a tu hijo(a) sobre sus sentimientos; es posible que eso sea los está esperando. Ten en cuenta que tu hijo(a) sigue siendo una criatura a pesar de la enfermedad. Mientras tu hijo(a) pasa por el tratamiento, recuerda que sus necesidades son las de todos los niños en crecimiento. Los niños necesitan amor, atención, la oportunidad de aprender y probar nuevas habilidades y límites. No evites hablar con tu hijo(a) sobre la terapia; usa palabras que entienda. Los niños toleran mejor el tratamiento si lo entienden y si se les permite ayudar a tomar decisiones sobre su cuidado, cuando esto sea posible. Las cosas que los niños pueden imaginar por sí mismos a menudo son más aterradoras que lo que realmente está sucediendo. Como padres, puede que les resulte difícil ver a su hijo(a) pasar por el tratamiento. A veces, su hijo(a) puede parecer más enfermo durante el tratamiento que antes de empezarlo. Los sentimientos acerca de lo que está pasando su hijo(a) deben equilibrarse al saber que el tratamiento ofrece la posibilidad de curar la enfermedad y hacer posible que viva una vida plena y significativa. Es difícil aceptar los cambios que trae el tratamiento, pero la mayoría de estos cambios son temporales. A pesar de los cambios externos, su hijo(a) sigue siendo la misma persona por dentro. La mayoría de los centros de salud cuentan con un equipo psicosocial que puede apoyarlos durante la enfermedad .
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